Los síntomas más comunes de reflujo gastroesofágico son el sabor amargo en la boca, acidez estomacal o sensación de que la comida o jugos gástricos se devuelven a la boca, no obstante, en algunos casos la enfermedad se presenta de manera más silenciosa.
“Cuando este contenido gástrico sobrepasa el esfínter ubicado en la parte superior del esófago (esfínter esofágico superior), llegando hasta la laringe y faringe, se produce el Reflujo Faringolaríngeo (RFL), también llamado reflujo silencioso, debido a que en muchas ocasiones se presenta como asintomático”, explican en el sitio oficial de Fonoaudiología de la Pontificia Universidad Católica de Chile, añadiendo que es común que estos pacientes acudan al otorrinolaringólogo o fonoaudiólogo en lugar del gastroenterólogo.
Estos últimos pacientes en general acuden a la consulta por disfonía o dolor de garganta.
“La acidez estomacal, síntoma muy frecuente en el RGE (reflujo gastroesofágico), se produce debido a una irritación en el tejido del esófago. En el caso del RFL, no se percibe este síntoma, debido a que el contenido gástrico no permanece en el esófago durante mucho tiempo, y el ácido no alcanza a irritar los tejidos”, explican.
Sin embargo, en el caso de la faringe y laringe con sólo un poco de jugo gástrico, estos se irritan porque “no se encuentra preparada para recibir este tipo de contenido, y es considerablemente más delicada”.
Síntomas de reflujo silencioso
– Ronquera en la voz
– Necesidad constante de carraspear
– Sensación de boca seca y amarga.
– Sensación de cuerpo extraño en la garganta
– Mayor percepción de secreciones mucosas en nariz y garganta
– Tos crónica
– Dolor de garganta
– Dificultad para tragar
– Percepción de una voz de menor calidad en las mañanas.
– Sensación de ahogo
¿Cuándo consultar a un médico?
De acuerdo a Fonoaudiología UC, si presentas algunos de los síntomas descritos y presentas disfonía por más de dos semanas, deberías acudir a un especialista, preferiblemente un otorrinolaringólogo.
“El tratamiento de este tipo de patología se constituye principalmente de modificaciones en hábitos alimenticios y de estilo de vida, además de medicamentos antiácidos, otorgados por el médico otorrinolaringólogo. En casos más severos se considera también una intervención quirúrgica”, expresan.
Algunos de los cambios conductuales que deberías implementar son:
– Evitar el consumo de alimentos picantes, altos en grasa o muy condimentados.
– Disminuir el consumo de café, té, bebidas gaseosas y alcohol.
– Reducir consumo de tabaco.
– Aumentar la ingesta diaria de agua, idealmente 8 vasos al día.
– Consumir la última comida del día al menos 2 horas antes de acostarse.
– Inclinar levemente la cabecera de la cama, unos 15-20 cm.
Desde el centro mexicano avanzado de endoscopía, Gastrica, en personas adultas, “el reflujo silencioso puede cicatrizar la garganta y la laringe”, por lo que es importante consultar si tienes síntomas.
Asimismo, advierten que “puede aumentar el riesgo de cáncer en el área, afectar los pulmones y puede agravar enfermedades como el asma, el enfisema o la bronquitis”.
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